Internet de las cosas

Internet de las cosas

Desde su creación en 1969, la internet, el mayor conjunto de información, personas, computadoras y software funcionando de manera cooperativa; lo ha cambiado todo. A partir de los avances tecnológicos, el acceso a internet de alta velocidad se ha hecho omnipresente; y con la introducción de los dispositivos móviles y la banda ancha móvil a través de las redes celulares, ha surgido una cultura siempre alerta y siempre conectada.

Hoy en día, cada dispositivo conectado a la internet recibe una dirección IP y esta dirección permite que cada dispositivo se conecte a otros dispositivos, incluyendo teléfonos inteligentes, tabletas, consolas de juegos, automóviles, heladeras, lavadorropas, sistemas de iluminación, y muchas cosas más. Esto ha permitido que en los últimos años haya surgido una gran variedad de sistemas y plataformas interconectadas, un fenómeno que se conoce con el nombre de Internet de las cosas.

¿Qué es la Internet de las cosas?

Podemos definir a la Internet de las cosas o IoT como una colección de cosas u objetos que se conectan a internet, y entre sí. Como ya dijimos, estos objetos podrían ser casi cualquier cosa: desde una computadora, una tableta o un smartphone, a un dispositivo de aire acondicionado, una cerradura de una puerta, un libro, un motor de avión, o una heladera. Cada uno de estos dispositivos o cosas tiene un número de identificación único (UID) y una dirección IP. Estos objetos se pueden conectar a través de cables, fibra óptica o tecnologías inalámbricas, como ser redes celulares, redes satelitales, Wi-Fi y Bluetooth. Utilizan circuitos electrónicos incorporados, así como capacidades de identificación por radiofrecuencia (RFID) o de comunicación de campo cercano (NFC) que se añaden posteriormente a través de chips y plaquetas. Independientemente del enfoque exacto, el IoT implica el movimiento de datos a través de internet para permitir procesos desde una ubicación en particular hacia alguna parte al otro lado del mundo.

La IoT está creando una explosión en la diversidad de dispositivos conectados a internet. Estamos viendo como objetos familiares ganan conectividad y potencia computacional, así como nuevas categorías de dispositivos que sólo pueden existir como resultado de las redes interconectadas. Los sensores y actuadores crean nuevas posibilidades para unir información y acciones en los mundos real y digital.

Factores que hacen posible la Internet de las cosas

Para que una tecnología despegue se necesita la combinación correcta de factores. La IoT está sucediendo ahora porque una serie de factores están disponibles juntos por primera vez:  

Semiconductores de bajo costo y dispositivos inalámbricos

Cada año se venden más de mil millones de teléfonos inteligentes en un mercado altamente competitivo, con nuevos diseños que se presentan cada 12-18 meses. Este crecimiento continuo y evolución del diseño reduce los costos de los componentes, especialmente para los mercados adyacentes que pueden utilizar los dispositivos más antiguos. No sólo la ley de Moore reduce el costo de los semiconductores y la capacidad de computación. La ley de Koomey también está ahí, reduciendo constantemente la energía necesaria para producir esa capacidad de computación. Si además tenemos en cuenta el crecimiento y la disponibilidad de las redes inalámbricas y la compatibilidad con IPV6, está claro que la infraestructura necesaria para proporcionar inteligencia conectada sobre el mundo que nos rodea está fácilmente disponible. Los fabricantes ahora pueden agregar pequeños microcontroladores y chips inalámbricos a casi cualquier objeto físico a bajo costo, creando de esta forma productos inteligentes. Esta computación y conectividad integradas eventualmente serán tan comunes como un enchufe de alimentación o una batería.  

Computación en la nube de código abierto y en la web, Big Data y Ciencia de datos

La tecnología en la nube continúa avanzando rápidamente y puede ser más segura y rentable que sus alternativas. Ahora es posible recopilar, almacenar y analizar de manera rápida y eficiente cantidades masivas de datos no estructurados a escala web y tomar medidas sobre las ideas que desarrollamos a partir de ese análisis. Podemos distribuir las tareas informáticas horizontal, vertical y geográficamente, tanto centralizadas como próximas a un equipo físico, proceso o cualquier otro objeto, permitiendo una capacidad virtualmente ilimitada para implementar los algoritmos inteligentes donde tendrán el mayor impacto posible. Utilizando los dispositivos de IoT podemos obtener datos sobre cualquier cosa de interés y aprovechar esa información que obtengamos en tiempo real o casi real. Los beneficios potenciales de estas capacidades son básicamente limitados sólo por nuestra creatividad.

Ciudades inteligentes

La nueva regla para el futuro que se acerca va a ser: "Cualquier cosa que pueda conectarse, estará conectada". Lo que nos va a permitir aplicar las tecnologías de la Internet de las cosas para crear Ciudades inteligentes que puedan ayudarnos a reducir el desperdicio y mejorar la eficiencia para cosas como el uso de energía o el transporte; y nos permitirá entender y mejorar cómo trabajamos y vivimos. En este sentido, las Ciudades inteligentes van a ser aquellas que utilicen la información obtenida a través de los dispositivos de IoT para mejorar la infraestructura, la seguridad, y los bienes y servicios públicos con el fin de mejorar la vida de sus ciudadanos.

Algunas de las aplicaciones de los programas de Ciudades inteligentes incluyen: la iluminación de calles inteligente que se apagará para conservar energía cuando no haya nadie alrededor; el análisis del consumo de energía de la ciudad para entender mejor la demanda; el trazando de los movimientos de las personas para maximizar el uso de las bicicletas y caminos peatonales; sensores conectados a las luces de la calle y otros muebles urbanos medirán los niveles de ruido y la contaminación del aire; entre otras cosas.

Revolución industrial 4.0

Si aplicamos el concepto de IoT a la industria en lugar de las ciudades, obtenemos lo que se conoce como la Revolución industrial 4.0. Aquí la idea es crear fábricas inteligentes en las que las máquinas son aumentadas con conectividad web y conectadas a un sistema que puede visualizar toda la cadena de producción y tomar decisiones por su cuenta aplicando algoritmos inteligentes.

Para que una fábrica o sistema sea considerado como de Industria 4.0, debe incluir:

  • Interoperabilidad: máquinas, dispositivos, sensores y personas que se conectan y se comunican entre sí.

  • Transparencia de la información: los sistemas crean una copia virtual del mundo físico a través de datos de sensores para contextualizar la información.

  • Asistencia técnica: tanto la capacidad de los sistemas para apoyar a los seres humanos en la toma de decisiones y la solución de problemas y la capacidad de ayudar a los seres humanos con tareas que son demasiado difíciles o inseguros para ellos.

  • La toma de decisiones descentralizada: la capacidad de los sistemas cibernéticos de tomar decisiones simples por sí mismos y llegar a ser lo más autónomos posible.

La Ética y la Internet de las cosas

La tecnología generalmente crea nuevas posibilidades por un lado y nuevos problemas por el otro. Conectar la internet al mundo real permite que nuestras acciones físicas se hagan públicas y, en la dirección contraria, que los eventos en internet afecten nuestro entorno. La aplicación de las tecnologías de la Internet de las cosas puede conducir a situaciones que involucren problemas éticos relacionados con la privacidad y el control.

Privacidad

La internet, como plataforma masiva de publicación abierta, ha sido una fuerza disruptiva en cuanto al concepto de privacidad. La mayorías de las cosas que escribimos en la web puede ser visible por cualquier persona. A medida que la utilización de los dispositivos de IoT se haga más masiva, vamos a estar abriendo nuevas puertas que afecten aún más nuestra privacidad.

Control

Otro tema que invita a debatir el concepto de Internet de las cosas es el del control de los datos. ¿Quienes son los dueños de los datos que se obtienen con los dispositivos de IoT? ¿Las personas dueñas de los dispositivos o los fabricantes de los mismos o los que brindan los servicios? En la era actual en la que vivimos, controlar la información puede ser una ventaja competitiva muy importante. Asimismo, al estar todo tan interconectado y automatizado, ¿qué pasaría si un ciberataque toma el control de nuestras fábricas inteligentes?.

A medida que se va desarrollando la Internet de las cosas, veremos más claramente los próximos pasos a seguir. Tal vez algunos de los futuros que propone no se lleguen a concretar nunca. Será nuestra responsabilidad estar listos para ayudar a guiar la Internet de las cosas de tal manera que no se convierta en un instrumento invasor y opresivo, sino en un marco en el que podamos aprender mejor lo que es ser humano.